La cocina vasca es variada y reconocida internacionalmente, gracias a sus cocineros y al uso de productos de temporada y alta calidad. El certificado Eusko Label identifica los productos agroalimentarios elaborados en la Comunidad Autónoma del País Vasco, cuya calidad, especificidad o singularidad superan la media general. La capital donostiarra cuenta con magníficos restaurantes de alto nivel galardonados con las codiciadas Estrellas Michelín, como por ejemplo el Arzak, el Mugaritz o el de Martín Berasategui.
La calidad de la gastronomía se debe a factores como la excelencia de las materias primas, tanto procedentes del mar Cantábrico (pescados y mariscos) como de las huertas y pastos del interior (verduras y hortalizas, cereales, carnes…).
Los pescados son un punto y aparte en San Sebastián. El besugo, la lubina, el rodaballo, el sargo y muchas otras especies se pueden degustar al horno o en recetas tan sencillas y deliciosas como las populares preparaciones «a la espalda» o «a la donostiarra». Las preparaciones como las célebres kokotxas (de merluza o bacalao), el popular pastel de cabracho (inventado por Juan Mari Arzak), la merluza en salsa verde, las anchoas fritas o rebozadas, los txipirones en su tinta y el bonito a la plancha son hitos en la cocina vasca. No solo es punto y aparte el pescado, la carne también es excelente, destacando el chuletón a la parrilla.